DEAN KARNAZES, ULTRAMARATONISTA

Dean Karnazes (44) es un ultramaratonista. O sea, en una semana normal puede correr hasta 200 kilómetros, además de hacer mountainbike, surf y escalar roca. Sólo como entrenamiento, claro. Lo hace porque tiene que trabajar duro para soportar el desgaste físico de su eh... trabajo: se pasa la vida haciendo pruebas físicas imposibles, como correr en el desierto de Atacama durante seis días por hasta diez horas diarias. O coleccionar hazañas dignas de un libro, como correr 50 maratones en 50 estados de su país natal (Estados Unidos) durante 50 días consecutivos.Seguir Leyendo...

Sí, suena agotador de sólo leerlo, y claro que puede leer estas historias si se anima. Karnazes es también el autor del best seller Ultramarathon Man: Confessions of an all-night runner. En agosto de este año va a editar 50/50: Secrets I learned running 50 marathons in 50 days and how you too can achieve super endurance!

Dejando de lado las ultracompetencias y las ultraventas, la última gran carrera que corrió no duró más de 200 metros. En rigor, no fue una carrera: Karnazes fue uno de los elegidos para transportar la antorcha olímpica en su paso por San Francisco, la ciudad donde vive con su familia cuando no anda por el mundo buscando maratones extremas.

Eso es justo lo que lo trajo a Chile por segunda vez. Ya en 2002 había estado acá y, aunque suene a comentario de buena crianza, dice que le encantó esa visita: "Siempre había querido volver y ésta fue una excelente oportunidad. Cuando iba camino a una competencia en la Antártica, tuvimos una espera de cinco días en Punta Arenas. Recuerdo mucho la Patagonia. Torres del Paine me dejó cautivado porque era tan bello. He viajado alrededor del mundo y jamás había encontrado lagos que fueran tan azules. Era hermoso". Pero lo que más recuerda es que ésa fue la primera vez que viajó gracias a un sponsor: antes de eso pagaba todo de su propio bolsillo.



Karnazes no siempre se la pasó jugando a ser una especie de "Forrest Gump" extremo. Antes era un típico ejecutivo que ganaba bien, pero no vivía particularmente feliz y no hacía mucho al respecto. Entonces, para la fiesta de celebración de sus 30 años no se le ocurrió nada mejor que ponerse a meditar sobre las cosas que quería cambiar, mientras corría. Toda la noche. Catorce años más tarde, es un vicio que aún no se le quita.

Como puede estar 200 días al año viajando, aprovecha cada minuto con su esposa e hijos (Alexandria de 11 y Nicholas de 9), sin dejar de correr. Para pasar un día juntos en Napa Valley, se pasa la noche corriendo 120 kilómetros, mientras su esposa lo alcanza con los niños en auto.

- ¿Ha cambiado tu relación con la naturaleza por tu actividad?

"He aprendido a apreciar mucho más el medio ambiente. En Atacama no había mucha vida salvaje debido a las condiciones extremas, pero el paisaje era impresionante".

- ¿Qué sabías de Atacama?

"Investigué mucho del desierto, pero estar allá en persona es mucho más intenso. El paisaje es extremadamente difícil de recorrer a pie por la sal del suelo y por las dunas. Pero gané la competencia y me siento orgulloso de estar entre esos participantes. Hubo 22 países representados y, para mí, cada persona que terminó esta competencia es un héroe".

- ¿Qué tan difícil era?

"Una de las más difíciles en que he participado. En resumen, son 250 kilómetros y los competidores deben acarrear todo su equipamiento. Mi mochila empezó con 13 kilos y terminé con 6 porque te comes la comida que acarreas. La organización te va entregando agua: una ración de sólo 3 litros diarios. Tratan de matarte", dice, y se larga a reír.

- ¿Afecta el cambio de clima?

"Es muy importante porque viajo demasiado y no tengo tiempo de aclimatarme. Idealmente debí haber llegado dos semanas antes a Atacama para entrenar, lo hice sólo un día antes".

- ¿Conociste más de Atacama?

"¿Qué mejor manera que ver el desierto que correr a través de él? No sólo puedo ver los sitios turísticos, sino que también tengo la posibilidad de ver lugares en los que quizás no haya estado otra gente".

- ¿Has corrido maratones famosas como las de Londres, Berlín o Nueva York?

"El año pasado corrí 50 maratones en 50 días consecutivos en 50 estados diferentes, y la última maratón fue la de Nueva York. Ésa es mi favorita y la he corrido tres veces. Creo que es mejor que la de Boston, que es otra muy buena".

- ¿Cuáles son las mejores ciudades para correr?

"Me gusta correr en ciudades y rodeado de naturaleza. Me encantó Tokio, igual que las montañas de Canadá, donde estuve completamente solo".

- ¿Cuáles son tus sitios favoritos?

"Tengo muchos lugares secretos. En Sudamérica, Patagonia es mi favorito. En Europa, Lisboa: es una joya a la que no mucha gente viaja. También me encanta Cortina, en Italia. En Asia hay una isla que se llama Tabarua; en Australia amo Sidney y en África me encanta Namibia. En el futuro iré al desierto de Gobi en China, y quiero ir al desierto del Sahara y a las islas griegas".

- ¿Y viajas por vacaciones?

"No, todos mis viajes son por trabajo. Así que mis mejores vacaciones son quedarme en el sofá del living de mi casa".

El tur perfecto

"Hay una compañía que se llama The Running Guides (www.americanrunningguides.com), que hace tures en lo que en lugar de quedarte en el bus comiendo porquerías, corres o caminas por todas las atracciones de cada ciudad o destino. Es una maravillosa forma de conocer".



Más récords

Atravesó el Valle de la Muerte (California) en una competición que se prolongó día y noche. Las temperaturas superaron los 50 grados Celsius. Llegó a sufrir alucinaciones.

Corrió un maratón en el Polo Sur con temperaturas de -40 grados Celsius sin botas de hielo, sólo sus zapatillas habituales.

En el maratón El Relevo (California) participan grupos de 12 personas que se distribuyen durante 320 kilómetros. Karnazes los completó solo.

Su próximo reto es recorrer 6.000 kilómetros en Estados Unidos durante 100 días, todos sobre camino natural. Nada de asfalto. Algo inédito hasta ahora.

Fuente : www.emol.com