Porqué Corro?

Porqué corro? Para mantenerme en línea, para conservar mi salud. Corro para ganar, corro contra el reloj, corro porque la carrera forma parte de mi estilo de vida. Corro para sentirme mejor. Pero todas estas son razones parciales. Hay algo que va más allá. Seguir Leyendo...

La razón verdadera es la confirmación, la confirmación de que yo tengo el control.

Aquellos que no corren, no me podrán entender, el dolor físico es real, aparece todos los días y muchas veces me pregunto si será más fácil ahora. Realmente no, lo único más fácil es que cubro distancias mayores en periodos más cortos. El dolor es el mismo y comprendo que siempre será así. Le temo y de alguna forma lo deseo.... fervientemente. He aprendido a vivir con él, forma parte de mí mismo

Cada día debo hacer una elección. Experimentar dolor y malestar para lograr una meta mayor, o sucumbir al impulso del cuerpo de detenerme y hacer otra cosa más confortable y placentera.
¿Quién tiene el control de mi cuerpo, o soy yo mismo?

Cada vez que corro verifico que lo tengo, que puedo ser el artífice de mi propio destino. En última instancia es por eso que corro.

Me siento culpable cuando no lo hago. Cuando el cuerpo gana. Correr es la prueba de mi fortaleza, no sólo física, sino mental. Es un desafío de mi voluntad, de la mente sobre la materia, de mí contra mí mismo.

El correr es un condicionamiento tanto mental como físico. Es una terapia de voluntad para mí, es vencer el desánimo, la pereza, la indolencia. Si corro es que vencí. Cada carrera es un éxito. El más enriquecedor y profundamente satisfactorio. Extraño, pero indefectiblemente ligado a la autodisciplina, la autopostergación y el autocontrol.

En un mundo donde a menudo me siento indefenso, victimizado y controlado, el correr me ayuda a revivir sensaciones de esperanza, fuerza y convicción de que puedo lograr algo diferente, de que puedo ser responsable de mí mismo.

Se podría decir entonces que correr es una adicción. Efectivamente, pero una adicción positiva.

Para correr se requiere valor. Valor para enfrentar el reto. Valor para evitar la comodidad, para correr bajo la lluvia y para abandonar el lecho: Para tolerar el frío, para controlar el dolor y que no me controle a mí.

Adicción positiva o no, el valor está en la elección. Cuando la elección se pierde, vuelvo a sentirme controlado y victimizado. Una cosa más en mi vida que me dice que no tengo el control, que soy un simple instrumento de la fatalidad o de la circunstancia.

Debo correr como una elección y no por necesidad, o su real valor se pierde para mí. Corro por el triunfo, el triunfo de mí contra mí mismo.


Autor: desconocido... sacado de algún blog o crónica (créditos al que corresponda)

2 comentarios:

Ruben Palacios dijo...

se parece a un comercial de vitaminas que vi en algun canal.

"corro ... por que la vida corre"

CORRE X POCURO dijo...

Si tuviera que elegir alguna de las posibilidades que presenta el texto, creo que elijiria correr por que tengo el control, que cada vez que me fijo una meta y la consigo, se que viene otra mucho mas dificil de realizar. Pero es ahi donde se encuentra el sentido, saber que somos entes fragiles, pero nuestra mente es capaz de lograr cualquier cosa.
saludos y ha seguir rodando.

jose ureta
DEVIL RUNNERS